La noche del sábado en Toronto fue testigo de un momento histórico para la MLB. Los Dodgers de Los Ángeles, impulsados por una constelación de talento japonés, se consagraron campeones de la Serie Mundial 2025 al vencer 5-4 a los Azulejos de Toronto en un emocionante Juego 7 que se extendió hasta las once entradas. Este título no solo significa una nueva corona para la franquicia angelina, sino también un hito sin precedentes: por primera vez en la historia, tres jugadores japoneses formaron parte de un equipo campeón de la MLB.
Shohei Ohtani, el fenómeno que desafía los límites del béisbol moderno, fue una pieza clave durante toda la serie. Su poder ofensivo se hizo sentir con jonrones en momentos decisivos, mientras que su liderazgo en el dugout inspiró a sus compañeros. A pesar de los abucheos que recibió en Toronto por haber rechazado a los Azulejos en la agencia libre de 2023, Ohtani respondió de la mejor forma posible: con actuaciones que definieron la Serie Mundial.
Yoshinobu Yamamoto, por su parte, se consolidó como el as del cuerpo de lanzadores. Su dominio en el montículo —incluido un juego completo histórico en el Juego 2— dejó sin opciones a los bates canadienses. Su precisión quirúrgica y temple bajo presión lo convirtieron en una de las figuras más destacadas del Clásico de Otoño, reafirmando por qué los Dodgers apostaron $325 millones por su talento.
El más joven del trío, Roki Sasaki, con tan solo 21 años, demostró que el futuro del béisbol japonés es brillante. Su recta, que alcanzó las 100 millas por hora, fue un espectáculo en sí misma. Sasaki lanzó entradas cruciales en relevo y se ganó la ovación de los fanáticos por su madurez y sangre fría en el escenario más grande del béisbol.
Front Office Sports
“Los Dodgers invirtieron más de $1,000 millones en Shohei Ohtani, Yoshinobu Yamamoto y Roki Sasaki.
Ahora son campeones de la Serie Mundial, la primera vez que tres jugadores japoneses forman parte de un roster campeón en la historia de la MLB.” 🇯🇵
La multimillonaria inversión de los Dodgers, que fue criticada por muchos al inicio, terminó rindiendo frutos de manera rotunda. La combinación de poder, precisión y juventud de sus tres estrellas japonesas cambió el rumbo de la organización y marcó el inicio de una nueva era dorada para Los Ángeles.
Este campeonato trasciende fronteras: no solo pertenece a los Dodgers, sino también al béisbol japonés, que celebra con orgullo ver a sus representantes triunfar en el escenario más prestigioso del deporte. Ohtani, Yamamoto y Sasaki han dejado claro que el talento japonés no solo compite al más alto nivel, sino que también puede dominarlo.
Con este título, los Dodgers no solo escriben un nuevo capítulo en su historia, sino que también consolidan un puente histórico entre Japón y las Grandes Ligas.