Los Mets de Nueva York alcanzaron este sábado un récord indeseado: 0-66 cuando llegan perdiendo después de ocho entradas. En el Citi Field, la derrota frente a los Nacionales de Washington estuvo marcada por errores defensivos y un wild pitch del novato Nolan McLean, que abrió la puerta a una ventaja temprana de 3-0 para la visita.
Desde el inicio, la defensa de los Mets estuvo desconcentrada. Francisco Lindor no pudo atrapar un liner de Dylan Crews, que terminó en sencillo dentro del cuadro. Poco después, Juan Soto no controló un imparable de Riley Adams, permitiendo que Crews anotara desde la inicial.
El desastre continuó con un error de Pete Alonso, cuyo tiro alto a McLean en primera base permitió que los Nacionales prolongaran la entrada. Aunque la jugada fue inicialmente cantada como out, la revisión mostró que McLean no pisó la almohadilla. Con corredores en las esquinas, el propio McLean lanzó un wild pitch que superó al receptor Francisco Álvarez, abriendo la puerta a otra carrera.
El mal segundo inning condenó a los Mets, a pesar de que McLean llegaba con un impresionante ERA de 1.19 en seis aperturas previas. Sin respaldo defensivo, su salida terminó marcada por los errores colectivos.
Con la derrota, Nueva York desperdicia la oportunidad de afianzarse en la lucha por el último comodín de la Liga Nacional, donde mantiene apenas dos juegos de ventaja sobre los Rojos de Cincinnati.
El récord de 0-66 evidencia un problema de fondo: la incapacidad del equipo para remontar en la novena entrada. Con la postemporada en juego, los Mets necesitarán más concentración defensiva y mayor capacidad de respuesta bajo presión si no quieren ver cómo su temporada se derrumba en el tramo final.