El escándalo en el que se ha visto envuelto Shohei Ohtani, después de que su antiguo intérprete, Ippei Mizuhara, participara en apuestas deportivas en el estado de California (donde es ilegal), ha generado preocupación en el mundo de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB).
Más allá del despido de Mizuhara por los Dodgers de Los Ángeles debido a esta controversia, el doble MVP de la Liga Americana está bajo escrutinio, ya que también está siendo investigado por el organismo rector de las mayores debido a su posible vínculo con los juegos de azar en los que participó su ex traductor.
La MLB tiene una política estricta con respecto a las apuestas deportivas, con sanciones severas para aquellos que violen estas reglas. Ningún empleado afiliado al sistema organizado en Norteamérica puede participar en este tipo de actividades, especialmente cuando se trata del béisbol.
Según la regla 21 de las Grandes Ligas, si un empleado, ya sea jugador, entrenador, personal o cualquier otro, realiza apuestas en deportes que no sean el béisbol, será multado económicamente. Sin embargo, si algún miembro de la MLB apuesta en eventos de béisbol, será suspendido automáticamente por un año.
Pero la sanción será aún más grave si la persona involucrada apostó en juegos de su propio equipo. En ese caso, la sanción será de por vida.
En resumen, si Shohei Ohtani es hallado culpable en el caso de las apuestas de Ippei Mizuhara, podría ser expulsado de la MLB, especialmente si alguna de esas apuestas fue en juegos de los Angelinos (su antiguo equipo) o los Dodgers (su equipo actual).
Sin embargo, Mizuhara ha declarado que solo apostó en partidos de fútbol europeo, la NFL y el fútbol americano universitario. Por lo tanto, si Ohtani solo estuvo involucrado en esas apuestas, probablemente solo recibiría una multa si es declarado culpable.